Sitios de Interés > Cascadas del Purgatorio


El Purgatorio (Cascada de abajo)
Las Cascadas del Purgatorio son un conjunto de cascadas situadas en la zona central de la Sierra de Guadarrama, en la cabecera del Valle del Lozoya.
Es uno de los "Sitios de Interés" mas visitados y conocidos de la sierra de Madrid.
















El Purgatorio (Cascada de arriba)
Están ubicadas en el Arroyo del Aguilón, en un entorno precioso que merece la pena visitar preferentemente en primavera (Abril y Mayo), cuando el arroyo muestra todo su esplendor y su máximo caudal producido por el deshielo y la ribera del río tiene ofrece una amplia gama de colores. También es de destacar la interesante fauna que tendremos ocasión de admirar, en la que aparte de ganado vacuno propio de la zona podremos encontrar Corzos, Jabalíes, Buitre Negro y Leonado, y muchísimas mas especies de aves e invertebrados.

Situación:

Las Cascadas están situadas en el termino municipal de Rascafria a unos 7 km del casco urbano y al noroeste de la Comunidad de Madrid.

Mapa de Situación
Se localizan en el Arroyo del Aguilón, uno de los más caudalosos afluentes del río Lozoya. Hay dos saltos principales: la cascada de abajo, un salto de agua muy vertical de una altura de 10 metros y situada a una altitud de 1.360 msnm y, siguiendo a unos 500 metros, la cascada de arriba. Este segundo salto es de 15 metros y más encajonado a una altitud de 1390 msnm.

Como llegar:

Mapa de la Ruta
Para llegar a ellas, se pueden utilizar las diversas rutas junto al Arroyo Aguilón, en las que el único modo de acceso es andando. El vehículo se puede dejar en los alrededores del Monasterio de El Paular, en el parking publico que tiene o en el aparcamiento del Área Recreativa Las Presillas. La ruta más utilizada parte del Monasterio de Santa María del Paular, desde este punto, se atraviesa el Puente del Perdón que queda enfrente y de aquí se continua por la antigua carretera de Madrid. , llegando así a un mirador de madera situado en frente de la cascada Baja. (en el mapa en color Blanco)El acceso a la cascada Alta, que no se ve desde este punto, exige o bien una trepada o un rodeo campo a través, por lo que solo es accesible a excursionistas avezados.
El camino forma parte de la Rutas Verdes del Valle de El Paular, en este caso la Ruta Verde VI (RV VI), que discurre entre El Monasterio de El Paular y el Puerto de La Morcuera (Refugio de la Morcuera).

Perfil de la Ruta a Las Cascadas del Purgatorio
La ruta tiene una distancia de 6,5 km aprox hasta la llegada a la cascada Baja con una dificultad baja y un desnivel de 195 msnm (desde los 1165 a los 1360msnm).


Balizas indicativas
en las Rutas Verdes
Las Rutas Verdes están Señalizadas con Balizas de Madera que indican la ruta y la dirección a seguir.














El itinerario a las Cascadas del Purgatorio están señalizadas con paneles informativos en color azul y balizas de madera con carteles también de color azul.









 











Mapa de Las Rutas alternativas
a Las Cascadas del Purgatorio
Partimos por la ruta principal (en el mapa pintada de Blanco) desde el Monasterio de El Paular o Puente del Perdón e iremos siguiendo el itinerario de la Ruta Verde VI. A unos 1 km  dejaremos a la derecha el Área Recreativa Las Presillas, desde donde podremos disfrutar de las vistas que ofrece el Macizo de Peñalara, Bola del Mundo, Cabeza de Hierro, y demás cimas colindantes.
Continuamos otros km y cruzaremos el Arroyo Aguilón a pocos metros de su desembocadura en el río Lozoya por un puente de barandillas de hierro de color verde.
En este punto hay una bifurcación de Rutas Verdes, la RV I, se desviara a la derecha y la RV VI, que es por la que debemos continuar, seguirá a la izquierda por una cuesta pronunciada.


Seguiremos por la RVI durante 1,2 km aprox en que tomaremos un desvío a la izquierda por el que continuaremos 1,50 km más. 




Este desvío esta situado en la baliza nº 7 de la RV VI. 
También hay carteles indicativos.

llegaremos a una zona despejada en la que encontraremos un puente sobre el Arroyo Aguilón que debemos cruzar. Aquí encontraremos información de la ruta un cartel.

Puente sobre Arroyo Aguilón
Puente sobre Arroyo Aguilón










Una vez que crucemos el puente seguiremos río arriba por su margen izquierdo durante 1,5 kilómetros más hasta que lleguemos a la cascada de abajo.












Poza del Acebo
Antes de llegar a la Cascada de Abajo nos encontraremos con la denominada "Poza del Acebo".












Llegado al destino, encontraremos una balcón de madera con una barandilla desde donde podremos observar la Cascada de abajo.




Para llegar a la Cascada de Arriba (mirar mapa), debemos bordear el cerro situado aguas arriba la izquierda (en el mapa de color Azul), o bien una situación de mas riesgo que es trepar por las piedras situadas al margen derecho del río (en el mapa de color Amarillo).




Para volver donde iniciamos la ruta y no repetir el mismo recorrido tenemos dos alternativas: 

Lo primero es volver hacia atrás hasta el puente donde cruzamos el arroyo.

Mapa de Las Rutas alternativas
a Las Cascadas del Purgatorio
Una vez allí la primera alternativa es continuar hacia el noroeste ladera arriba (en el mapa de color Verde), por un camino antiguo usado por los carros que posteriormente enlazara con la RV VI  en la baliza numero 10 y después pasaríamos por el desvío que habíamos cogido en la subida, en la baliza numero 7. 
Esta alternativa tiene 2,6 km de recorrido.

La segunda alternativa es llegado al Puente sobre el Arroyo Aguilón no cruzar dicho puente, cruzar una portilla o zarzo de hierro y seguir aguas abajo del arroyo en su margen derecho por un camino de tierra (en el mapa de color rojo). Tiene una distancia de 2,2 km hasta
coger de nuevo la RV VI unos metros mas arriba del Área Recreativa Las Presillas.

Consideraciones Importantes:

Para el acceso a esta zona es recomendable llevar calzado tipo bota que cubra el tobillo, sobre todo en la zona superior en la que hay mucha piedra. También nos podemos encontrar con algún ejemplar de Víbora que no debemos molestar.
Al ser una zona muy sombría, también en la zona superior, se suelen formar placas de hielo peligrosas.


Fauna > Mamiferos > Corzo (Capreolus capreolus)


CORZO (Capreolus capreolus)
El Corzo (Capreolus capreolus) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Cervidae. Es el cérvido más pequeño de Eurasia. Su área de distribución se extiende desde Europa occidental, donde sólo está ausente en Irlanda, Grecia y el norte de Escandinavia, hasta el norte de China.







Características:


CORZO (Capreolus capreolus) HEMBRA
Su dieta alimentaria consiste en el consumo de hojas de arbustos y árboles bajos, así como bayas y brotes tiernos. Es un animal mas ramoneador que de pastos, aun cuando se adapta fácilmente a esta dieta donde falta la masa arbustiva. En estado adulto, el corzo tiene una altura en la cruz de sólo 76 centímetros como máximo y un peso de entre 15 y 35 kilos. Los machos presentan cuernas pequeñas de tres puntas que mudan cada año a principios del invierno y se han terminado de desarrollar ya cuando comienza la primavera. Las poblaciones procedentes de animales de centro y norte de Europa para repoblación cinegética son de mayor tamaño que las razas del sur de Europa. El pelaje es pardo-rojizo en ambos sexos durante el verano, volviéndose grisáceo en invierno, al tiempo que aparece una mancha blanca sobre la grupa.
El vientre es de color más claro que la espalda. Los animales de origen meridional son más oscuros, teniendo un tono castaño achocolatado. Las crías, por el contrario, presentan un manto rojizo salpicado de numerosas motas blancas para aumentar su camuflaje con el entorno. Son característicos los gritos que emiten ambos sexos, similares a un ladrido o ladridos.

 Biología, Ecología y Distribución:

El corzo es un animal tremendamente adaptativo, pudiendo vivir tanto en bosques cerrados, como en amplias praderas. Es una especie solitaria, a diferencia de la mayoría de cérvidos europeos, que son gregarios, con gran capacidad de adaptación, facilitada por la falta actual de predadores naturales, excepto el hombre. Habita gran variedad de latitudes y altitudes, tipos de hábitats por los que se distribuye y especies vegetales que consume. No rechaza habitar cerca de poblaciones donde se le puede ver en cementerios, parques suburbanos, carreteras y vertederos. Acudiendo a comer y beber a establos, cultivos, abrevaderos, acequias, casas deshabitadas y otras construcciones humanas. Es por eso la especie más conocida de su área. Gracias a su enorme plasticidad puede ocupar todo tipo de medios forestales: caducifolios, mixtos y de coníferas, pero también se ha adaptado a bosques en etapas de degradación con condiciones más duras, como son matorrales o zonas adehesadas. Prefiere paisajes con un mosaico de bosques y tierras de cultivo, con estrato arbóreo, arbustivo y el herbáceo, y por ello está bien adaptado a las zonas agrícolas modernas. En función de los recursos se dá una mayor o menor densidad de población. De este modo a mayor abundancia, mayor densidad y viceversa. A pesar de esto, la densidad está condicionada por su expansión desde zonas donde ya está presente, ocupando las zonas más propicias y retirándose a zonas más inaccesibles y menos propicias por la presión cinegética.
Actualmente en España la distribución del corzo sigue en expansión, apareciendo nuevas poblaciones donde hace pocos años no las había. El hecho está relacionado con el abandono de las actividades rurales y la despoblación de estas mismas zonas y la recuperación de la masa vegetal debida a la desaparición del uso de las mismas para producir carbón vegetal. Sus hábitos son crepusculares, es decir, es activo preferentemente al anochecer y al amanecer, cuando las temperaturas son más suaves. Viéndosele rara vez durante el día, que suele pasar escondido entre la espesa vegetación o en lugares deshabitados.

CORZO (Capreolus capreolus) Ejemplar Joven
Al final del otoño y durante el invierno, los corzos son especialmente tolerantes unos con otros, siendo posible ver pequeños grupos en algunas de las áreas, donde el alimento es más abundante. Es debido a una estrategia de supervivencia invernal, quedando limitado el riesgo de verse sorprendidos por depredadores.





También se pueden juntar a rebaños de ganado domestico como ovejas.
Sin embargo a finales de febrero o marzo se van dispersando.

Las hembras viven con una o dos crías que hayan tenido ese año. Es normal que éstas pasen escondidas la mayor parte del tiempo y la hembra sólo se acerque para amamantarlas, aunque siempre se mantenga vigilante en las inmediaciones. No es raro que algunas personas, al descubrir una cría en la espesura, la crean abandonada y se la lleven. Éste es probablemente el mayor peligro que acecha al corzo, pues rara vez se adapta a la domesticación y muere a los pocos días.
Por su parte, los machos pueden ser solitarios o vivir con una hembra y sus crías. En su ciclo anual se dan épocas en las que los machos son territoriales. La territorialidad es parte del comportamiento reproductivo. A principios de la primavera empiezan a delimitar sus territorios. Aunque los machos muestra comportamientos territoriales durante la primavera, existe una tolerancia entre sexos, solapándose sus territorios. Un buen territorio para un macho estará solapado con el de diversas hembras, de forma que pueda cubrir a varias a lo largo de la temporada de celo. En la época de celo, inicios del verano, se vuelven fuertemente territoriales y tratan de mantener a los otros machos lejos de su área de influencia en todo momento, al tiempo que tratan de atraer a las hembras para aparearse con ellas.
Lejos de lo que pueda parecer, la agresividad del corzo frente a otros machos en el periodo de celo es brutal, pudiendo llegar a dar muerte a su rival. Los corzos presentan una cornamenta de 3 puntas por cuerno, como formación normal, pero pueden darse casos de cuernos con más puntas o tan solo con cuernos rectos, estos últimos son muy peligrosos para el resto de corzos. El corzo es uno de los pocos ungulados con implantación diferida, por lo que ésta no se da casi nunca en el momento del apareamiento, sino a veces incluso meses después. De todos modos, lo normal es que el alumbramiento de las crías (una sola en las madres primerizas, dos en los partos siguientes) se produzca en el mes de mayo.

El corzo es una especie cinegética en toda su distribución, siendo su caza una actividad muy frecuente sobre todo en Europa central y España, donde se produce el llamado turismo cinegético. En este último país abunda especialmente en la parte norte, aunque llega por el sur hasta el mar de Alborán. En la provincia de Cádiz está en regresión debido a la pérdida de arbolado.

 




Subespecies:

Al ocupar tan vastas regiones del Paleártico, existen numerosas formas locales. Sólo en la Península Ibérica se han descrito tres subespecies: C. c. decorus, C. c. canus y C. c. garganta (Meunier, 1983) o corzo morisco, variedad andaluza de las provincias de Cádiz y Málaga que presenta ciertos rasgos propios, como la ausencia de babero blanco en el cuello, pequeño tamaño, dimorfismo sexual más acentuado y cráneos más cortos y anchos.

Fauna > Aves > Buitre Leonado (Gyps fulvus)

Buitre Leonado
El Buitre Leonado (Gyps fulvus)
es una especie de ave accipitriforme de la
familia Accipitridae


Es una de las mayores rapaces que puede encontrarse
en la Península Ibérica, superando en envergadura (hasta 260 cm.) incluso al Águila Imperial Ibérica.














Descripción:

En la base del cuello se encuentran una serie de largas plumas blancas y leonadas, a modo de gorguera. En el dorso, parte anterior de las alas y vientre, el plumaje es de color canela. En el resto del cuerpo el plumaje es pardo oscuro.
El pico, pardo por arriba y amarillo en los bordes, es ganchudo y arranca largas tiras de carne con facilidad. Las patas son grises y bastante débiles, pues no necesitan capturar presas como las de las águilas y halcones.

Subespecies:

Se conocen dos subespecies de buitre leonado:

Gyps fulvus fulvus - del noroeste de África y la península Ibérica hasta Oriente Medio.
Gyps fulvus fulvescens - Afganistán, Pakistán y norte de la India hasta Assam.

 Distribución:


Área de distribución de G. fulvus[cita requerida]
Distribución
 Junto con el buitre negro, el quebrantahuesos y el alimoche (en verano), es una de las pocas especies de buitres que pueden verse en Europa, pues se le puede encontrar en España, Portugal, zonas aisladas de Francia (donde ha sido reintroducido) e Italia, buena parte de los Balcanes y Crimea. El resto de su distribución abarca varias partes de África septentrional y Asia occidental, desde
Turquía, Arabia y el Cáucaso hasta las 
estribaciones del Himalaya y el noroeste
de la India.
En España destaca la elevada densidad de la especie en zonas, muy especialmente, de la Celtiberia histórica. Destacar las poblaciones de las Hoces del río Duratón, del Cañón del río Lobos, del Valle del Rudrón, Alto Jalón, Campo Taranz, parameras de Maranchón, altos de Barahona, y toda la zona del parque natural del Alto Tajo (zona con mayor densidad de buitres en España).

Hábitat:


Las zonas habitadas por los buitres leonados suelen ser montañosas, aunque en el llano cualquier cantil vertical o extraplomado de más de 50 metros e inaccesible les sirve de buitrera o lugar de descanso. En las zonas montañosas recortadas por profundos valles en los donde se producen brisas ascendentes y anabáticas producidas por el calentamiento de las laderas orientadas al sol.

Buitre Leonado

Cuando el día es térmico, al amanecer, suelen verse en los bordes de los acantilados y barrancos orientados al noreste-este, a la espera de que haga el calor suficiente para poder ganar la altura suficiente para rebasar las crestas y las cumbres. Durante el mediodía suelen aprovechar las rutas apoyadas en relieves orientados al sur y suroeste, para posteriormente apoyarse cuando el sol declina en las laderas oeste y noroeste, horas en las que se empiezan a producir las ascendencias restitutivas, y aprovechando de las distintas condiciones aerológicas han podido recorrer centenares de kilómetros, y dependiendo de la bonanza aerológica de la jornada pueden sobrevolar el llano o sólo mantenerse sobre los relieves montanos, siendo grandes conocedores no sólo del vuelo ascendente sino de las rutas y los vientos apropiados a las distintas alturas para trazar sus recorridos. Al atardecer vuelven a sus refugios, pequeñas repisas situadas preferiblemente bajo un techado de roca y protegidas de los vientos, donde pasan la noche, incuban el huevo cuando es época y sacan adelante a sus crías.
En la península Ibérica es una especie sedentaria que se puede ver todo el año, pero las poblaciones de otros lugares a veces emigran al sur para invernar y vuelven a sus lugares de origen para reproducirse.

Comportamiento:

El buitre leonado es un ave planeadora más que voladora, pues apenas mueve las alas en el aire, permaneciendo cernido en las altas corrientes durante las horas de más calor del día. Prefiere levantarse sobre corrientes ascendentes que se corresponden con fenómenos aerológicos como la convectividad térmica, ascendencia dinámica o termodinámica, la convergencia de brisas, la restitución, la onda de montaña o las cuñas de aire frío de carácter meteorológico que levantan grandes masas de aire caliente, pasando horas volando entre alturas de 1.800 a 3.500 metros sobre el nivel del mar, aunque en días excepcionales puedan llegar a los 6.000 metros sobre el nivel del mar y recorriendo desde 50 kilómetros a 300 kilómetros dependiendo de la potencialidad convectiva del día, a la búsqueda de animales muertos (especialmente grandes mamíferos) de los que alimentarse. Cuando planea, suele mantener las alas un poco por encima de la horizontalidad y los planos de sustentación algo arqueados.


Alimentación:

Buitre Leonado
Está especialmente adaptado para alimentarse de carroña: su potente vista localiza cualquier cadáver en las cercanías, y cuando desciende para alimentarse (formándose entonces aglomeraciones importantes de buitres, de forma muy rápida, donde no faltan las peleas por las mejores tajadas), introduce sin problemas su cabeza y largo cuello, provistos únicamente de un plumón corto en el que la sangre y la carne no se adhieren fácilmente. Dada la escasez de grandes ungulados en Europa como ciervos, gamos o muflones debido a la caza y la desaparición de los bosques, las carroñas dejadas por los pastores constituyen una parte importante de la dieta de este animal

Reproducción:

Los buitres leonados entran en celo en los meses de diciembre a abril. En ese momento forman parejas estables y pasan unos 58 días incubando su único huevo, en turnos de entre un día o dos cada uno. Posteriormente se turnan con la misma frecuencia para dar de comer a su cría. El polluelo crece a un ritmo bastante lento, pero constante. Al contrario que otras aves, si no recibe la cantidad precisa de alimento, no puede retrasar su crecimiento y muere de inanición. Las crías emprenden su primer vuelo hacia el mes de julio, pero siguen manteniéndose una temporada cerca del nido hasta que creen que ha llegado el momento de independizarse. A los cuatro o cinco años de edad se aparean por primera vez.

Estado de conservación:

Aunque no se considera una especie especialmente amenazada, el buitre leonado es un ave protegida en varios países. En otros tiempos los ganaderos perseguían y mataban a los buitres por considerarlas aves de mal agüero, que amenazaban al ganado próximo a parir.
En España se considera fuera de Peligro aunque está catalogado como especie De interés especial desde el 5 de abril de 1990, es decir que merece una atención particular en función de su valor científico, ecológico, cultural o por su singularidad y exige la redacción de un Plan de Manejo. También está incluido en los anejos I y II de la Directiva 79/409/CEE de Aves, Anejo II del Convenio de Berna, Anejo II del Convenio de Bonn y en el C1 del Convenio CITES.
También aparece como especie "De interés especial" en los catálogos regionales de Navarra, Castilla-La Mancha, Madrid y Extremadura. Como "Vulnerable" en el del País Vasco y como "Extinguida" en el de Murcia.
Los principales factores de amenaza sobre la especie son el envenenamiento por comer cebos envenenados colocados en el campo ilegalmente por cazadores o ganaderos para el control de depredadores, la falta de alimento por la escasez de muladares y la obligación retirar el ganado muerto por normativas de la UE (sobre todo a partir de la crisis de las vacas locas), las molestias en las colonias de cría por escaladores y excursionistas que provocan fracasos reproductivos. La caza ilegal no tiene la importancia que tuvo en el pasado.
Además amenazan el hábitat del buitre leonado construcciones de infraestructuras (pistas forestales, caminos, rurales, cortafuegos, diques), urbanizaciones y las talas y aclareos abusivos en época de cría y en las zonas cercanas a las buitreras.
Existen centros de conservación y cuidado del buitre leonado, como el Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega, fundado en el año 1975 por Félix Rodríguez de la Fuente. El trabajo del refugio se ha notado en un crecimiento progresivo de la población de buitres, como se refleja en los distintos censos que realizan numerosos ornitólogos cada año.

Mitología:

Fue un animal muy importante en la cultura celtíbera. Los cadáveres de los caídos en combate se dejaban para su alimento (así el alma del guerrero acudía ante los dioses del Cielo). Es bastante común asociarlo a la deidad solar "Lug".
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